La cultura Paracas
Sociedad y costumbres.
Los paracas estuvieron gobernados por una élite poderosa que al parecer ejercía un gobierno teocrático basado en el poder religioso. Esta élite controlaba a la población a través del temor a sus dioses.
Las jerarquías sociales eran muy claras y se hacen evidentes en los ajuares funerarios de los entierros. Algunos muertos estaban envueltos en mantos bellamente decorados; otros, en mantos más corrientes; mientras que otros se hallaban casi desnudos. Para diferenciarse de otros pueblos, los paracas tenían la costumbre de alargarse el cráneo.
Los rituales funerarios
Paracas fue una de las culturas andinas que le dio mayor importancia a los rituales funerarios. Los difuntos eran colocados en fardos en posición fetal, porque pensaban que para volver a nacer debían estar en la misma posición que mantuvieron en el vientre materno.
Junto al cuerpo se colocaban diversas ofrendas para su nueva vida, como alimentos y según su posición social, collares de spondylus, pieles de zorro, bolsas
de cuero, abanicos de plumas y prendas de vestir. Los difuntos de mejor posición social eran envueltos en finos mantos decorados.
Los cementerios paraca
El descubridor de la cultura Paracas fue Julio César Tello, arqueólogo que dividió la historia de este pueblo en dos etapas¨: Paracas Cavernas y Paracas necrópolis, clasificación que hizo a partir de la manera como enterraban a sus muertos.
Fase Paracas Caverna.- Las tumbas eran cámaras subterráneas semejantes a una caverna. Al interior de las cámaras, que tenían la forma de una enorme botella, se colocaban los fardos funerarios y las ofrendas ceremoniales.
Fase Paracas necrópolis.- Las tumbas eran construcciones rectangulares semisubterráneas, a semejanza de una ciudad construida para los muertos. De ahí el nombre que recibió: necro, que significa "muerto", y polis, que significa "ciudad". Los difuntos estaban vestidos con atuendos muy lujosos y acompañados' por objetos ceremoniales.
La práctica de la cirugía
Entre las momias de Paracas se descubrió una práctica singular: las trepanaciones craneanas. En estas operaciones de cirugía, que consistían en perforar el cráneo para extraer algún pedazo de hueso dañado, los paracas usaban unos cuchillos especiales hechos de una piedra dura y vidriosa llamada obsidiana. Es posible que usaran coca y alcohol para anestesiar al paciente.
Las trepanaciones se hacían, probablemente, para re parar las heridas producidas por golpes de maza o de honda. Se sabe que algunos de los pacientes sobrevivieron a estas operaciones porque se han encontrado cráneos que muestran el hueso regenerado.